miércoles, 19 de agosto de 2009

Taller de flautas y ocarinas

Pisadas de arcilla.
Recién llegado de Santa Rosa, La Pampa, donde dimos un curso de construcción de flautas y ocarinas, me viene a la retina una imagen que el lunes, en la última jornada, me conmovió: al llegar ví las pisadas de los alumnos marcadas en arcilla, en el pasillo de entrada al salón donde trabajamos durante dos jornadas y media.
Un taller que fue complicado por lo difícil del tema, y por la cantidad de asistentes (treinta y ocho personas), llegaba a su fin con un resultado que colmó mis expectativas, y que significa un puntapié inicial en un tema que aparentemente, nadie aborda, por lo menos en nuestro medio: el de los instrumentos de viento de cerámica.
Más adelante irán llegando fotos que los alumnos sacaron y que volcaré en el blog.
Quiero agradecer a las personas organizadoras: a Cristina Fiorucci, coodinadora del área cerámica de Cultura en La Pampa; a Estela Jorge , directora del Museo de Artes de Santa Rosa, y a Beatriz Di Nápoli, de la misma institución; a los dos músicos locales: Hugo Cuevas y Ernesto "Yaco" Rach, que aportaron su valiosa colaboración a la hora de afinar los instrumentos, y a todos lo que concurrieron y colaboraron con su paciencia en el transcurso de las jornadas. A todos ellos: muchísimas gracias!


Fotos del Taller en Santa Rosa.

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2 comentarios:

Verónica Alonso dijo...

Hola Dante! qué lindos instrumentos!! si me dices que la lechucita es un aerófono me caigo de espaldas!
Es verdad, no hay mucho material y cuesta encontrar quien tenga claro el tema de la construcción de instrumentos musicales en cerámica. El año pasado varios compañeros hicimos un trabajo de investigación al respecto y no le encontrábamos la vuelta con el sonido, hasta que un profesor generosísimo que había aprendido con un indígena del norte argentino construyó uno en clase.
Al fin, después de muchas roturas hicimos algunas ocarinas y silbatos.
El tema no resuelto fue afinarlos correctamente. ¡todos sonaban distintos! jajajaj!!
Ahora en casa con el torno pude hacer un par de ocarinas y me pasa lo mismo: sonar suenan, pero en cualquier tono.
Si encaras el tema de instrumentos cerámicos voy a seguir tu blog bien de cerca.
Un Saludo!

Alfonso Ricardo López Ramírez dijo...

Gracias amigo Dante por compartir tu experiencia
Creo que a todos los ceramistas y alfareros que no se nos da la música nos pasa lo mismo, hacer la ocarina, el silbato o la flauta resulta relativamente fácil, las penalidades vienen cuando nos damos cuenta que emiten sonidos discordantes y nos recuerdan lo que pensamos de algunas personas bellas pero que manejan un lenguaje sucio:"que bonita, pero que no hable" je,je
Un abrazo maestro
Alfonso