Uno de los recuerdos más felices de mi infancia, vuelve siempre a mi memoria: la sensación de jugar con el barro húmedo, que dejaba la lluvia en la huerta del fondo de mi casa...no imaginaba entonces que eligiría la cerámica como medio de vida, ni que muchos años después armaría este blog como una forma de sembrar lo que he aprendido de este oficio.
miércoles, 25 de febrero de 2015
Primicias del arranque de año.
Placas con engobes de Nana (figuras en negro) y Agustina, (azulejitos tricolores).
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