Uno de los recuerdos más felices de mi infancia, vuelve siempre a mi memoria: la sensación de jugar con el barro húmedo, que dejaba la lluvia en la huerta del fondo de mi casa...no imaginaba entonces que eligiría la cerámica como medio de vida, ni que muchos años después armaría este blog como una forma de sembrar lo que he aprendido de este oficio.
lunes, 4 de abril de 2016
Primeros pasos.
Las piezas de Lucrecia terminadas, esperando turno para entrar en el horno.
Son sus primeros pasos con el torno alfarero... esta chica promete!
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